Facebook, los Humanos y la Zona

La Noticia: Puede ser que Facebook haya utilizado tus fotos y publicaciones para entrenar su IA

Todos nos dimos cuenta de que en Whatsapp apareció el “Meta AI”, una inteligencia artificial capaz de ayudarnos a responderle al ex, o generar imágenes que luego podríamos enviar a las tías.

Lo que no sabíamos es que utilizó nuestra propia información de Facebook para hacerlo.

En una corte en Australia Melinda Claybaugh, la directora de privacidad de Meta (Facebook, Instagram, Whatsapp), admitió usar las publicaciones y fotografías de sus usuarios mientras tuvieran la configuración en “público”. Dentro de esta declaración, la directora comentó (o bueno, no negó), que se entrenó con datos desde el 2007.

Lo bueno, es que Melinda aseguró que Meta no utilizó datos de ningún menor de 18, pero tampoco pudo asegurar que no se utilizaron datos de gente que posiblemente son mayores de edad ahora pero antes eran menores.

Todo esto fue parte de una serie de reformas a las leyes australianas en cuestión de seguridad, buscando tener las mismas regulaciones que en Europa. (Del otro lado del charco, las empresas tienen la obligación de eliminar datos de los usuarios si así lo desean).

Si en algún momento ven algo que dije o le tomé foto, les prometo que no fui yo.

El Comentario: Hay cosas que simplemente nos hacen humanas

Hay muchas cosas que nos hacen humanos, pequeñas experiencias que nos recuerdan que somos vulnerables, imperfectos y llenos de posibilidades.

Es el momento en que tu mente crea mundos o cuando sientes el corazón latir más fuerte tras decir algo inapropiado. Perder el autobús, olvidar algo por enésima vez, o extrañar a alguien. Somos los errores que cometemos, el cansancio en los huesos después de un largo día, y las veces que, a pesar de caer, nos volvemos a levantar.

Ser humano también significa sentir profundamente: el miedo a no ser suficiente, el deseo de ser alguien más, y luego el alivio cuando te das cuenta de que no cambiarías tu vida por nada del mundo. Es llorar por una película, sentir celos, reír en momentos inapropiados, y pasar noches pensando en el universo. Nos enfrentamos a la pérdida, al rechazo y al fracaso, pero también experimentamos la capacidad infinita de nuestro corazón para seguir adelante, incluso después de haber sido heridos.

Al final, lo que nos hace humanos es esa increíble mezcla de emociones y experiencias. Nos tambaleamos entre el deseo de más y la duda de si seremos capaces de manejarlo. A veces nos esforzamos al máximo y aún así no obtenemos lo que esperábamos, pero aprendemos a seguir adelante. Siempre se encuentra espacio para más: más amor, más dolor, más esperanza.

Y, en ese balance entre lo bueno y lo malo, es donde realmente vivimos.

La Recomendación: Trading in the Zone de Mark Douglas

Ya sé que es un libro sobre traders, pero es un libro muy interesante para entender la psicología humana también.

"Trading in the Zone" de Mark Douglas explora los aspectos mentales y emocionales del trading, y cómo estos son clave para alcanzar el éxito en los mercados. Douglas argumenta que tener una estrategia sólida no es suficiente si no se cuenta con la mentalidad correcta.

El libro se enfoca en desarrollar confianza, disciplina y una actitud ganadora para enfrentarse a la incertidumbre de los mercados, ya que el miedo y la avaricia suelen ser los principales enemigos de los traders.

Aunque tengo que admitir que el libro está enfocado en las personas que ganan dinero en los mercados, no solamente se puede aplicar a esto.

Uno de los puntos centrales del libro es la importancia de asumir responsabilidad por cada decisión. Douglas enfatiza que las personas deben aceptar que no tienen control sobre los resultados individuales, pero sí sobre sus propias reacciones y sobre cómo manejan sus emociones frente a las pérdidas y ganancias. El autor cambia la mentalidad acerca el riesgo, alentando a adoptar una mentalidad de probabilidad en lugar de tratar de predecir el futuro.

La clave es confiar en el proceso, ser disciplinado, y aprender a aceptar las pérdidas como parte del juego. Llegar a una zona donde las emociones no nublan las decisiones y se vive con confianza y claridad.