Esta semana va a ser un poco diferente, ya que me gustaría de hablar de un tema un poco más extenso, y que justamente he estado experimentando en las últimas semanas.

Tal vez la procrastinación no es completamente culpa tuya…

Dime si esto te ha pasado alguna vez:

Eres una persona que está tratando de mejorar su vida todos los días. Por lo mismo, empiezas a buscar todo lo relacionado con mejora continua, productividad, manejo del tiempo, control de impulsos, mejorar habilidades, cómo ser mejor.

Después de descubrir el mundo de la productividad y autodesarrollo, encuentras ciertas técnicas en algunos libros o videos que en tu cabeza suenan bastante lógicas. Después de ciertas semanas, ya entiendes los conceptos básicos de productividad y algunas técnicas conocidas por todo mundo para evitar la procrastinación.

Pero por alguna razón, todos estos tips y consejos que tienes en tu cabeza sientes que no aplican en la vida real por alguna razón. Desesperado, decides seguir investigando y te das cuenta que a muchas otras personas si les están funcionando, entonces te preguntas ¿por qué a ti no?

Posiblemente el método que escogiste no es el mejor para ti, por lo que decides intentar otro, con el mismo resultado.

Después de múltiples intentos, decides que el problema no son los métodos, el problema eres tú.

No son los métodos, es tu forma de pensar

Creo que todos estamos familiarizados con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH o ADHD por sus siglas en inglés), pero pocos sabemos que menos del 20% de los adultos que lo padecen están diagnosticados.

Todos llegamos a pensar que el TDAH se traduce en las personas que no pueden estar quietas ni que pueden poner atención, sobre todo por la referencia que tenemos con el diagnóstico hacia los niños, pero esto no puede estar más alejado de la realidad.

Si a esto le incluimos, que como nunca fue diagnosticado de pequeño, muchos de los adultos no se cuestionan si esta puede ser la razón por la cual no pueden lograr ciertas metas o acciones. Un estudio explica que 40% de los adultos cumplen con los criterios de TDAH y tienen una menor calidad de vida debido a problemas de productividad en ciertas áreas de su vida.

En internet existen recursos como el DSM-5 para diagnosticar TDAH en adultos, pero lo recomendable siempre será ir con un especialista para tener un diagnóstico y tratamiento certero.

TDAH y la productividad

La mente neurotípica y una mente neurodivergente como la de una persona con TDAH puede llegar a ser muy diferente.

Cuando lees o escuchas de procesos o tips de productividad, tienes que pensar que estos están hechos o diseñados por y para personas neurotípicas, por lo que claramente por más que intentes es muy difícil que puedan llegar a funcionar para ti.

No es que seas menos, o que tu cerebro no sirva. Simplemente tu cerebro trabaja de manera diferente.

Mentes neurodivergentes y la motivación

La motivación es algo que buscamos todos los días para lograr las metas que nos proponemos.

Cuando hablamos de las personas neurotípicas, su motivación viene de tres factores principales: importancia, consecuencias y recompensas. Por lo mismo, cuando ellos tienen una fecha límite o que algo es importante, ellos pueden encontrar motivación en lograr el objetivo.

En una mente con TDAH, este no es el caso. Puede saber que algo es importante, pero a tu cerebro le cuesta mucho trabajo darle prioridad de la manera “correcta” aunque tu sepas que otras tareas son mucho más importantes que otras.

Lo que termina pasando es que te quedas viendo 3 horas la meta de frente, sin hacer nada al respecto.

La mente neurodivergente se motiva de manera diferente, y estos son sus principales motivadores, que son las 4 C’s:

• Cautivar: Cuando algo capta tu interés, ya sea algo nuevo o interesante, tu mente se motiva por esa novedad. Por lo mismo, la gente con TDAH tiende a intentar cosas nuevas, cambiar trabajos o ser más “espontáneo”.

• Crear: Una de las grandes ventajas de la mente con TDAH es que es mucho más creativa que una mente neurotípica. El crear nuevas cosas te emociona, por lo que esto también te motiva.

• Competir: La tercera C es competir, porque parte de la hiperfijación tiende a aparecer en momentos de competencia.

• Completar: Extrañamente, las personas con TDAH son expertas en terminar las cosas bien con los segundos contados. Cuando el tiempo es escaso, la concentración extra que tiene el cerebro neurodivergente hace que pueda terminar tareas mucho más rápido que los demás.

Lo que te recomendaría, es tratar de usar alguna de estas 4 C’s para empezar alguna de tus tareas, y verás que tu cerebro seguirá solo hasta terminar.

Estrategias de Productividad para personas con TDAH

Cambia de ambientes

Muchas veces, sobre todo en el ambiente profesional, no podemos cambiar de tareas tan seguido como al cerebro le gustaría. En estos casos, lo recomendable sería cambiar de ambientes para sentir ese sentimiento de novedad y cautivo en tu cerebro para comenzar a trabajar.

Tal vez ir a diferentes cafeterías cada vez que sientas que tu trabajo es cada vez más lento.

Establece metas basadas en tiempos, o al menos realistas

Si haz leído libros de productividad, siempre dicen que las metas tienen que ser basadas en resultados. Pero como establecimos al principio: esto no aplica para las mentes con TDAH.

El problema con esto es que la mente está buscando ese rush de adrenalina, por lo que si dices que vas a realizar X acción en 1 hora, es posible que vas a ver TikTok por 50 minutos y luego hacer todo apurado y estresado en los 10 minutos restantes.

La estrategia aquí es decir: “voy a hacer X acción por 1 hora”, por lo que no importa tanto el resultado sino el tiempo que la vas a realizar, engañando un poco al cerebro a no procrastinar.

Estamos apuntando por consistencia, no perfección.

La técnica pomodoro

Mucha gente no le gusta la técnica pomodoro, pero para las mentes con TDAH puede ser la salvación.

Esta técnica consiste en 4 sesiones de 25 minutos de concentración total, con 5 minutos de descanso entre ellas. Al acabar la cuarta sesión, se puede tener un descanso más largo (de 10 a 15 minutos).

Como lo que hemos platicado anteriormente, necesitamos crearnos esas fechas límites, y el saber que solamente tenemos 25 minutos para terminar nuestra tarea, el monstruo del pánico asustará al mono de la procrastinación (si no sabes de lo que hablo, hazme el favor) y podremos realizar lo que necesitamos de manera rápida y efectiva.

La clave es crear fechas límites en tu cabeza, si no tiene fecha límite nunca se hará.

Al final de cuentas, no estás solo

Hace 2 semanas, decidí ir con un psiquiatra porque sentía que estaba comiendo mucho por ansiedad.

Sin pensarlo, salí de la consulta con el diagnóstico de TDAH. Y entre más leo y me informo al respecto, más me doy cuenta que muchas de las veces que pensé que era falta de disciplina o motivación era que mi cerebro simplemente no funciona igual.

Al mismo tiempo, en estas mismas dos semanas, gente cercana a mi se acercó a mi con los mismos problemas o preocupaciones. Esto solo me hizo pensar que era algo que tenía que compartir con ustedes, porque posiblemente alguien puede estar en la misma posición que yo.

A esas personas les quiero decir que no están solos, y que hay que seguir dándole.

Recursos

• ADHD Jesse: Canal de YouTube de Jesse J Anderson, enfocado completamente en el TDAH para adultos.

• Thriving with Adult ADHD: El libro que me recomendó mi psiquiatra, perfecto para empezar a ver el TDAH como fortaleza y no como debilidad.

Sé que esta semana fue un poco distinto, pero quería tomarme el espacio para escribir todo lo que tenía ganas de escribir, prometo volver a la programación habitual.

Y si tienes alguna duda o comentario, no dudes en responder a este correo o en mis redes sociales y con mucho gusto podemos platicar de este u otro tema 🙂